Español

¡Luchemos contra los despidos en la planta Warren Truck de Stellantis! ¡Organicemos una contraofensiva desde las bases!

¡Únete a la lucha para salvar la planta Warren Truck y los empleos de la industria automotriz en todo el mundo! Completa este formulario para unirte a la Red de Comités de Base de Trabajadores Automotores.

Los trabajadores de Stellantis del segundo turno llegarán a la planta de Warren Truck el 21 de septiembre de 2023

El anuncio del viernes de que Stellantis planea despedir a 2.450 trabajadores en la planta de ensamble de camionetas en Warren, Michigan, es una importante escalada de la ofensiva global contra los empleos en el sector automotor. Los trabajadores automotores deben organizarse para luchar contra los despidos, coordinando acciones conjuntas contra la empresa y los burócratas sindicales vendidos.

Los recortes, que comenzarán el 8 de octubre, reducirían la fábrica a un solo turno al finalizar la producción de la camioneta Ram 1500 Classic. La existencia de toda la planta está directamente amenazada, ya que los trabajadores restantes producen los SUV Jeep Wagoneer y Grand Wagoneer de mucho menor volumen. Los últimos recortes en Warren Truck tendrán un efecto dominó para los trabajadores que suministran autopartes. Una fábrica de Bridgewater Interiors en Detroit ya ha anunciado 63 despidos que tendrán lugar alrededor del 30 de septiembre.

¡Hay que trazar una línea en la arena! Warren Truck es ahora un campo de batalla crítico en la guerra global por los empleos. Los trabajadores automotores deben hacer de esto el comienzo de una amplia contraofensiva, contraponiendo el derecho de los trabajadores al empleo y a un nivel de vida digno contra el supuesto “derecho” de las empresas a las ganancias.

¡Echen a los burócratas vendidos!

Más adelante esta semana, el Local 140 del sindicato United Auto Workers (UAW) realizará una reunión para discutir estos recortes. Los trabajadores ya han visto esta misma historia mil veces antes. Los burócratas dirán que no tuvieron nada que ver con los recortes e insistirán en que no se puede hacer nada para contraatacar.

De hecho, el vicepresidente del Local 140, D. Robinson, ya admitió al Detroit News que él y sus compañeros en la dirección del sindicato sabían que se avecinaban los despidos y no hicieron nada ni siquiera para advertir a los trabajadores, ni mucho menos para preparar una respuesta. Robinson le dijo al Detroit News: “Ha estado en discusiones durante algún tiempo. Realmente no fue una gran sorpresa para mí. Odiamos que suceda, pero sabíamos que la posibilidad estaba ahí”.

Toda la burocracia del UAW es culpable de sabotaje. Miles de trabajadores automotores han perdido sus empleos desde que el UAW puso fin a la limitada “stand-up strike” o “huelga de pie” el año pasado e impuso nuevos convenios. Stellantis ha despedido a más de 2.000 trabajadores suplementarios, siendo las plantas Toledo Jeep y Detroit Assembly Complex-Mack las más afectadas. Cientos de trabajadores oficinistas también han sido despedidos.

En la reunión del Local 140, los trabajadores deben responder expulsando a los dirigentes sindicales de la reunión y tomando el control del estrado, convirtiendo la reunión en una discusión democrática y masiva para planificar los próximos pasos.

Los trabajadores deben elegir un comité de base compuesto por los trabajadores más confiables y combativos en la planta, sin vínculos con los burócratas, para coordinar y organizar la lucha por salvar Warren Truck.

Se deben enviar delegaciones de trabajadores de Warren Truck a todas las plantas automotrices del sureste de Michigan y el noroeste de Ohio para pedir apoyo y preparar una acción colectiva de la industria.

La cuestión estratégica principal a la que se enfrentan los trabajadores es deshacerse del peso muerto de la burocracia sindical. No tiene ningún derecho legítimo a la conducción. El presidente del sindicato, Shawn Fain, fue elegido con una participación del nueve por ciento de los miembros, en unas elecciones fraudulentas, y Fain y otros altos dirigentes están siendo investigados por cargos de corrupción. El vicepresidente del UAW para Stellantis, Rich Boyer, admitió que encubrieron los despidos mientras los trabajadores votaban sobre el convenio el año pasado.

La verdadera base de apoyo de la burocracia no son los trabajadores automotores, sino la gerencia. Sus lazos con Washington y el Gobierno procorporativo de Joe “El Genocida” Biden no son menos cruciales. Fain fue instalado en una farsa electoral supervisada por el Departamento de Trabajo como parte de una operación para instalar a un falso “reformador” que en realidad era un miembro establecido de la burocracia.

Fain y los funcionarios del UAW tienen vínculos extremadamente estrechos con el Gobierno de Biden/Harris, que respaldó la traición del año pasado y elevó a Fain al nivel de un dirigente gubernamental de facto. De hecho, los despidos se anunciaron solo unos días después de que Fain se pronunciara en un mitin a favor de Kamala Harris en Detroit, donde Harris denunció a los manifestantes contra la guerra .

Los trabajadores deben combinar la lucha para salvar Warren Truck con la demanda de nuevas elecciones del UAW, esta vez controladas por las bases. Los trabajadores no pueden organizar una lucha bajo una “dirección” controlada por el bando enemigo.

Por la unidad global de los trabajadores automotores

Lo que está en juego aquí no es solo una respuesta a la disminución de las ganancias de una sola empresa de automóviles. Se trata de un intento global de utilizar la tecnología de vehículos eléctricos, que ahorra mano de obra, para eliminar cientos de miles de puestos de trabajo en los próximos años. El CEO de Stellantis, Carlos Tavares, resumió esto en junio cuando dijo a los inversores que “la carrera de los vehículos eléctricos se ha convertido en una carrera de reducción de costes”.

Como siempre, la burocracia está tratando de desviar la responsabilidad hacia los extranjeros. En respuesta al anuncio de Warren Truck, Fain llamó a Tavares, el director ejecutivo portugués de la empresa, “una desgracia y una vergüenza para una compañía estadounidense que alguna vez fue grandiosa [énfasis añadido]”.

Mientras tanto, los medios corporativos están tratando de culpar de los despidos a los trabajadores en México, donde Stellantis planea enviar la producción excedente de sus pick-up Ram 1500 Tradesman.

Este nacionalismo bajo la consigna “Estados Unidos primero” nunca ha salvado un solo empleo. En cualquier caso, el escándalo de corrupción que llevó a la caída de la última generación de dirigentes del UAW, que se concentró en lo que entonces era Fiat Chrysler (ahora Stellantis), demuestra que los burócratas nunca han sido especialmente selectivos con respecto al país de origen de los ejecutivos que los sobornan.

La verdad es que ya no existe tal cosa como una compañía de automóviles “estadounidense”. Se trata de transnacionales mundiales que recorren el mundo en busca de los costos más bajos y las tasas de rendimiento más altas.

Este es el caso de Stellantis, que es el resultado de una serie de fusiones entre la empresa estadounidense Chrysler (en un momento propiedad de la alemana Daimler), la empresa italiana Fiat y el francés PSA Group, con sede en los Países Bajos.

Mientras tanto, los patrones y sus títeres en las burocracias sindicales azuzan el nacionalismo en los EE.UU. y otros países para dividir a los trabajadores en una carrera global hacia el abismo.

Nuestros verdaderos aliados no son los “leales” empresarios estadounidenses, sino los trabajadores automotores de todos los países. Esto es especialmente cierto en el caso de los trabajadores mexicanos, quienes repetidamente buscaron nuestro apoyo para sus huelgas salvajes y masivas en Matamoros, mientras que los trabajadores de GM en Silao, México, tomaron medidas de solidaridad con sus hermanos y hermanas estadounidenses durante la huelga de trabajadores de GM en Estados Unidos en 2019.

Los trabajadores de Warren Truck deben establecer líneas de comunicación con los trabajadores de Stellantis en todos los países en los que la compañía está activa, así como en otros gigantes mundiales como GM, Ford, Volkswagen, Toyota y Tesla.

Los trabajadores en todos los países están luchando en una guerra de dos frentes contra la dirección y contra los sindicatos traidores, ya sea IG Metall en Alemania, Unifor en Canadá, el UAW respaldado por Biden en EE.UU. y SINTTIA en México.

La batalla en Warren Truck es motivo de preocupación para todos los trabajadores automotores del planeta. Lo que suceda aquí, en el centro de la industria automotriz de Detroit, tendrá profundas repercusiones en la guerra global en defensa de los empleos. Al mismo tiempo, los trabajadores de Warren Truck no pueden defender su planta sin el apoyo de una contraofensiva obrera coordinada internacionalmente.

Una estrategia básica para tal contraofensiva fue trazada en enero en una declaración de la Alianza Internacional Obrera de Comités de Base (AIO-CB), que propuso el siguiente programa de cuatro puntos:

  • ¡Pongan un alto inmediato a todos los recortes de empleo, y reincorporen a todos los afectados!
  • ¡Reduzcan la jornada laboral, con un aumento salarial, tomando en cuenta que se necesitan menos horas para fabricar vehículos eléctricos, así como para compensar las décadas de salarios estancados!
  • ¡Únanse más allá de las fronteras para luchar contra la masacre mundial del empleo!
  • ¡Coloquen la industria automotriz bajo propiedad social, sujeta al control democrático de los trabajadores!

¡No hay tiempo que perder! Instamos a los trabajadores automotores de Warren Truck y otras plantas a que tomen la decisión de unirse a la lucha y se inscriban para discutir cómo participar en la misma desde hoy.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 11 de agosto de 2024)

Loading